La gastronomía japonesa es más que un reflejo de la cultura de este país. No se puede entender una cosa sin otra. Quienes disfrutan de la comida en este país pueden disfrutar de un verdadero paraíso de raras y muy diversas combinaciones de sabores, ya sea un mismo plato o diferentes platos en un mismo menú.
Más allá de las normas que rigen el comportamiento en la mesa, existen normas específicas que rigen la preparación y presentación de los alimentos que se ejecutan con mayor o menor precisión según las circunstancias y el formato de la comida. Mucho más extendida. Generalmente, lo que siempre se busca después de la cocción de un plato es la armonía de todos los elementos y la presentación.
En momentos más informales, es habitual comer sopa y arroz con pescados, mariscos y/o carnes. Una vez que hemos preparado comida para llevar a casa en una típica caja Bento, que se utiliza principalmente para escuelas u oficinas, es común integrar una pequeña cantidad de diferentes tipos de alimentos separados en diferentes compartimentos. La estética siempre juega un papel fundamental porque está incluida en esta armonía. La comida comienza a disfrutarse con el sentido de la vista.
Una vez que hablamos de situaciones más formales, las “reglas” que rigen la presentación de los platos, la elección de los alimentos y cómo cocinarlos se vuelven mucho más estrictas.
Una de las reglas más conocidas y curiosas para aplicar en situaciones como esta es emplear los 5 colores “verde, amarillo, rojo, blanco y negro,” los 5 sabores “dulce, salado, agrio, agrio y picante” y él 5 cocciones “cruda, cocida, al vapor, al horno/plancha y frita”.
Por: Luis Enrique Alvarado Mendez