Inicialmente, en la época prehispánica, el tepache (tepatli) se elaboraba a base de maíz, ya que su nombre en lengua náhuatl significa bebida de maíz. Posteriormente, el maíz fue reemplazado por frutas, y la piña y su cáscara se convirtieron en una opción ideal.
Los antiguos mayas lo usaban en sus ritos ceremoniales, estos indígenas crearon una bebida a base de maíz, y su implementación se extendió a estados como Oaxaca, Querétaro, Guerrero, Puebla, Sinaloa, Sonora, Chiapas y Morelos, y aunque dicen que es alcohólica bebe su grado de alcohol apenas llega al uno por ciento.
El refrescante sabor del tepache es hoy el ingrediente principal de las fiestas y ferias regionales en muchas organizaciones, y su sabor único invita a disfrutarlo de diversas formas:
En el Estado de México se elabora a base de cáscara de piña, clavo, pimiento y salvado; En Toluca, producen una bebida similar con un sabor más suave llamada garapinha.
Hay muchos tipos de tepache en Oaxaca: el principal se hace con pulque o algún tipo de fruta, o incluso se reemplaza la piña por otras frutas como la manzana, el chile, la sal de gusano, el pulque o el alcohol de caña, y en Durango, algunos la gente agrega destilados de agave para realzar el sabor del tepache.
Como vemos, esta deliciosa bebida está representada de norte a sur en todo México, y gracias a nuestros héroes culinarios, producimos 1,041,161.36 toneladas de piñas, destacando como productores a Oaxaca y Veracruz.
Por: Luis Enrique Alvarado Mendez