La alta cocina comenzó a acercarse al arte en un momento en el que comenzamos a prestar atención a los platos como expresiones originales y personales de chefs monumentales, como innovaciones que transmiten emociones únicas e intensas. Para eso, todos los aspectos de la cocina deben alcanzar la excelencia: desde la materia prima hasta la ingeniería, pasando por la innovación y, por supuesto, el emplatado.
La creatividad y el criterio estético del cocinero tronío al poseer y describir los elementos hacen de la comida un transporte de sensaciones que despierta los 5 sentidos, una experiencia completa que persiste en la memoria aunque sea intrínsecamente transitoria.
Su importancia en la gastronomía contemporánea es tal que se han publicado varios volúmenes dedicados exclusivamente al arte del emplatado. Sumérgete más en la inspiración y las técnicas detrás de algunos de los platos más sorprendentes del mundo, que han cambiado el significado de comerse con los ojos para toda la vida.
Aunque a primera vista este método puede parecer sencillo, una presentación descuidada o una cantidad equivocada se convertirán en una excusa para llamar la atención del chef ejecutivo de un restaurante o incluso convertirse en el culpable de un bullying durante un concurso de cocina televisado. A la hora de pensar en las reglas para hacer un emplatado cómodo, surgieron dudas y el ojo clínico del cocinero se volvió clave. Una de las pocas reglas que parece irrompible es servir la comida en porciones impares. La otra es que todo lo que se use como guarnición debe ser comestible.
Por: Luis Enrique Alvarado Mendez
